[25/06/05] A partir de julio se pondrá en funcionamiento en Mar del Plata una "experiencia piloto", para que los delitos en flagrancia tengan su sentencia en no más de 20 días.
"El objetivo de este sistema es que, después de cometido un delito y de la detención de su autor, se llegue a una sentencia en un plazo de 20 días. Este tiempo parece casi imposible para la República Argentina".
Así lo puso de relieve al ser consultado por LA CAPITAL el fiscal general de cámaras, doctor Fabián Fernández Garello, en referencia a la puesta en marcha a partir de los primeros días de julio de una "experiencia piloto" para agilizar los procedimientos penales.
Lo destacable es que el Departamento Judicial de Mar del Plata fue elegido entre todos los demás para cumplir con esta iniciativa, concretada mediante un convenio firmado entre la Suprema Corte de Justicia y la Procuración General bonaerense; el Ministerio de Justicia, también provincial; el Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA) -organismo perteneciente a la Organización de los Estados Americanos- y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip), que es una organización no gubernamental.
Profundizar la oralidad
Después de señalar que "el objetivo del nuevo sistema es profundizar la oralidad en todas las etapas del proceso penal", el doctor Fernández Garello anunció que "en la primera etapa se van a resolver de esta forma los delitos en flagrancia. La idea es que, en este acuerdo que tenemos con la OEA, veamos cómo podemos después avanzar incluyendo a los demás delitos que no entren en este rubro".
Más adelante se refirió al objetivo de que el juez emita una sentencia en un plazo no mayor a los 20 días. Al respecto, señaló que "para ello hay que coordinar una serie de cuestiones, como la provisión de los antecedentes del imputado".
"Esta sentencia -puntualizó- no es la de un juicio oral y público, sino la que surge de un procedimiento que la misma ley prevé y que, de hecho, hoy está funcionando por escrito con demasiada burocratización. Lo que tratamos de desburocratizar no es sólo esto, sino la información que la Justicia le pide a la Policía. Es un gran avance en el aspecto pragmático del tema".
Y agregó que "el funcionamiento del nuevo sistema será monitoreado por el CEJA".
Transparencia en el proceso
Seguidamente, Fernández Garello subrayó uno de los aspectos positivos del nuevo sistema. Dijo: "Con esto vamos a retomar las ideas fuerza que movilizaron a la Reforma de 1998, que es la de contar con una Justicia ágil, en la que la oralidad sea el centro, porque es la mejor expresión de transparencia en un proceso penal".
Con relación a los cambios que podrán apreciarse cuando el sistema comience a funcionar, los enunció a continuación:
* "Cometido el hecho y detenido su autor en flagrancia, a los cinco días tendrá lugar la primera audiencia oral".
* "Para esa instancia se reunirán los elementos de prueba, entre los cuales estarán los resultados de las pericias".
* "La audiencia en la que estarán el imputado y las partes tendrá lugar ante el juez de Garantías, que de esa forma tendrá actuación pública en un juicio".
* "Si se produce alguna incidencia que lleve a recurrir a la Cámara, también se resolverá recurriendo a la oralidad".
* "Las audiencias que tendrá lugar por estos delitos en flagrancia serán similares a las del juicio abreviado, pero aún serán más rápidas".
Destacó también que "es un primer paso para ir oralizando todos los aspectos del procedimiento en los delitos penales sin distinción de si son o no sus autores detenidos en flagrancia", y agregó que "al señalar que otro de los objetivos es obtener rápidamente una sentencia, no estamos diciendo que ésta deberá ser necesariamente condenatoria. Como es lógico suponer, también puede ser absolutoria. Por eso, acelerando el procedimiento, en estos últimos casos, el detenido no tendrá que esperar un tiempo hasta que lleguen sus antecedentes para concederle o no la excarcelación".
Herramientas que ya existen
"Simplemente, lo que estamos haciendo -puntualizó el funcionario- es poniendo en funcionamiento herramientas que ya existen en la ley, como es el caso de los hechos en flagrancia, pues la disposición al respecto existe desde el año pasado. En síntesis, es buscar la mejor y más rápida solución a la falta de celeridad de la Justicia, pero en el marco de los procedimientos que describe la ley ya existente".
Para la aplicación de este nuevo sistema, Fernández Garello resaltó que "a través de este convenio, se efectuó, en febrero de este año, en Chile, la capacitación de magistrados y funcionarios judiciales (jueces, fiscales y defensores). Después viajaron ministros de la Corte".
Al ser preguntado si teniendo en cuenta los pocos jueces de Garantías con los que ahora cuenta Mar del Plata (tras el ascenso a camarista del juez Marcelo Madina, quedaron dos, Raúl Paolini y Saúl Errandonea) sumarles esta tarea no significaría crear un problema, señaló que "hay que considerar que tendrán menos trabajo, en el sentido de que confeccionarán menos papeles".
"Pero -enfatizó- esto forma parte de la evaluación que se hará de todos los demás funcionarios de la Justicia que hagan falta para que este sistema funcione correctamente. Lo que no podemos hacer es quedarnos a pensar en todas las implicancias: primero, lo tenemos que iniciar y, después, cuando lo veamos en la práctica, haremos los ajustes necesarios".
Sobre la elección de Mar del Plata para esta "experiencia piloto", Fernández Garello sostuvo que "nuestro Departamento Judicial a partir de esta experiencia, se transforma en vidriera para el resto. Hay fiscales y jueces que están pidiendo venir a Mar del Plata a ver cómo funcionará el sistema. Al respecto es de suponer que Mar del Plata reciba a miembros del Poder Judicial del resto de los departamentos judiciales y que muchos de ellos quieran llevar esta experiencia a su dependencia".
"Nuestra expectativa con este sistema no sólo está en que funcione perfectamente y pueda cumplir con su cometido, sino que las fiscalías de turno que sigan trabajando puedan dedicarse a investigar hechos que merezcan mayor atención. Para ello, hace falta que esos episodios más graves no estén mezclados con otros de flagrancia que a veces son más fáciles de resolver y de manera más rápida. Pero como deben ceñirse al procedimiento imperante, se demora en darles solución".
Aclaración sobre un comentario
"El Poder Judicial de Mar del Plata no tiene el 75 por ciento de detenidos esperando sentencia, ya que el 58 por ciento cuenta con condena, en algunos casos firme y, en otros, apelada ante tribunales superiores" (según lo sostuvo el fiscal general durante la entrevista).
Fuente: Diario La Capital |
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